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Basic Necessities

Instalación multimedia y metabuscador online

The Media Wall, The Photographers Gallery, Londres, Reino Unido [2021]

– En colaboración con Steffen Köhn

RESUMEN

Basic Necessities retrata la dinámica de la economía informal en Cuba tal y como se desarrolla en los grupos de Telegram y analiza los usos eclécticos y creativos de la fotografía de productos en este contexto digital.

Cuando la pandemia del COVID-19 provocó escasez en las tiendas del gobierno, los habitantes de La Habana, la capital de Cuba, comenzaron a utilizar grupos de chat semipúblicos en aplicaciones de mensajería, como Telegram o WhatsApp, para acceder a alimentos, productos de higiene, medicamentos y otros productos de primera necesidad. Basado en una investigación artística/etnográfica a largo plazo sobre estas prácticas, Basic Necessities presenta una documentación en tiempo real de la fascinante dinámica social dentro de estos grupos y de la situación económica actual del día a día en La Habana. ¿Qué productos tienen actualmente una gran demanda? ¿Qué está disponible a través de los canales de distribución estatales? ¿Qué es imposible conseguir?

Esta instalación ofrece un registro visual del funcionamiento y la estética de este mercado negro digital a través de cuatro de los grupos de Telegram más activos y documenta las interacciones de unos 300 mil usuarios. Para la versión online hemos desarrollado un metabuscador que permite a los usuarios acceder a cientos de grupos de Telegram al mismo tiempo. Nuestro servidor estará conectado a la API de TgCuba. Esta plataforma actualiza su base de datos en tiempo real y cuenta con unos 476 grupos, unos 707.000 usuarios y aproximadamente 17,8 millones de posts.

STATEMENT

Basic Necessities retrata la dinámica de la economía informal en Cuba tal y como se desarrolla en los grupos de Telegram y analiza los usos diversos y creativos de la fotografía de productos en este contexto digital.

Cuando la pandemia del COVID-19 provocó escasez en las tiendas estatales, los habitantes de La Habana, la capital de Cuba, comenzaron a utilizar grupos de chat semipúblicos en aplicaciones de mensajería, como Telegram y WhatsApp, para acceder a alimentos, medicamentos, productos de higiene y otros de primera necesidad. Durante el período de aislamiento y la campaña gubernamental #quedateencasa, estos grupos crearon espacios digitales en los que las personas compartían información sobre la disponibilidad de productos en las tiendas estatales, los emprendedores creaban servicios de entrega en línea y los vendedores del mercado negro ponían a la venta bienes exiguos. Algunos de ellos alcanzaron rápidamente los diez mil miembros y se convirtieron en una necesidad ineludible para muchos habaneros que buscaban satisfacer sus necesidades básicas diarias.

Las redes sociales –primero WhatsApp y luego Telegram– sustituyeron al tradicional mercado negro que siempre había existido en Cuba, interviniendo cuando los sistemas estatales de entrega no daban resultado. En lugar de depender de unos pocos contactos de confianza en su barrio, la gente ahora recurre a los grupos de chat porque tienen un alcance mucho mayor y están perfectamente organizados. A pesar de la persistente escasez de Internet, el mercado negro digital no es nada nuevo en el contexto cubano. Desde 2007, el sitio web de anuncios clasificados Revolico ha facilitado la compra y venta de productos de consumo extranjeros, como teléfonos inteligentes, ordenadores o ropa de marcas internacionales, que son introducidos en el país por importadores (las llamadas mulas). Este se distribuye como archivo offline a través de la red de distribución cubana Paquete Semanal. Sin embargo, la reciente expansión del acceso a Internet ha creado nuevas oportunidades para el comercio electrónico ilícito. El rápido éxito de los grupos de chat como espacios de mercado en línea solo fue posible cuando el gobierno introdujo una red 3G en diciembre de 2018 (y la actualizó a LTE en el verano de 2019) y los propietarios de teléfonos inteligentes finalmente pudieron disfrutar de una conexión a Internet 24×7, un requisito previo para la participación dentro de estos grupos.

Basado en una investigación artística-etnográfica a largo plazo sobre estas prácticas, Basic Necessities presenta una documentación en tiempo real de la fascinante dinámica social dentro de estos grupos y de la situación económica actual del día a día en La Habana. ¿Qué productos tienen actualmente una gran demanda? ¿Qué está disponible a través de los canales de distribución estatales? ¿Qué es imposible conseguir? ¿Cuál es el precio actual de un kilo de carne de pollo? La videoinstalación ofrece un registro visual del funcionamiento y la estética del mercado negro digital a través de los cuatro grupos de Telegram más activos y documenta las interacciones de unos 300 mil usuarios. Además, ofrece una investigación sobre el estilo visual cotidiano de la fotografía de productos y sobre las formas peculiares en que los vendedores del mercado negro los presentan.

Para la versión online de Basic Necessities desarrollamos un metabuscador que permite a los usuarios acceder a cientos de grupos de Telegram al mismo tiempo. Nuestro servidor está conectado a la API de TgCuba, una plataforma en línea creada por Rafael Rodríguez dedicada a la búsqueda de información en grupos cubanos de Telegram. Esta plataforma actualiza su base de datos en tiempo real y cuenta con unos 476 grupos, unos 707.000 usuarios y aproximadamente 17,8 millones de posts. Al final de la exposición, nuestro servidor contendrá una base de datos formada por las búsquedas realizadas por los usuarios durante su duración.

Comisionado por The Photographers’ Gallery y Unthinking Photography, dentro del programa digital Imagin(in)g Networks

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