Líneas de investigación
paquete semanal
El Paquete Semanal (PS) es una colección de medios de un terabyte que se acopian semanalmente en Cuba y se distribuyen en todo el país, mediante el intercambio de archivos mano a mano. Es una alternativa independiente que ha prosperado bajo el silencio cómplice de la sociedad cubana. Basado mayormente en la piratería, este contiene entre 15,000 y 18,000 archivos, dependiendo de la semana y de su distribuidor, y cubre una amplia variedad de contenidos que incluyen softwares, deportes, telenovelas, web shows, animados, mangas, películas, programas televisivos, videojuegos, música, videos clips, espectáculos musicales y de humor, actualizaciones de antivirus y aplicaciones, así como publicidad de diferentes servicios nacionales. Se actualiza semanalmente en todo el país, con un precio equivalente a 2 dólares, y su circulación es underground. Debido a que no es precisamente barato, varias personas suelen asociarse para su compra.
A menudo se describe el PS como una solución ante la falta de Internet o de conexiones rápidas en Cuba, pero es más preciso observar que este fenómeno es resultado de la progresiva modificación de los medios de entretenimiento en el ámbito de la economía no formal. A principios de la década de los setenta del pasado siglo, unos diez años después de la Revolución Cubana y de la nacionalización de todos los medios de difusión masivos, comenzó a florecer en la Isla una economía ilícita sustentada en el alquiler de materiales de entretenimiento que escapó de las regulaciones del Estado.
Las mini novelas románticas o del oeste, de autores como Corín Tellado, fueron los primeros materiales que circularon clandestinamente por los empresarios. La adquisición de los libros era un desafío constante y estos negocios descubrieron que trabajar con empresarios equivalentes en otras ciudades era la mejor alternativa de obtener nuevos ejemplares. Este fue el inicio de una red nacional de mercado negro para el intercambio y compraventa de materiales de entretenimiento. A medida que el formato de los medios disponibles evolucionó: primero a las revistas, luego a casetes VHS y videocintas de Betacam y, finalmente, a CDs, VCDs y DVDs, esta red proporcionó el acceso a los medios de circulación que se encontraban al margen del control gubernamental. De esta suerte, el PS es resultado del paulatino desarrollo de dichas redes y del comercio ilícito, ya naturalizado, de materiales de entrenamiento durante más de cuatro décadas.
Con sus virtudes y defectos, es un medio en el que se encuentran productos audiovisuales de muy heterogénea calidad; encuentras contenidos banales y comerciales, pero también los arriesgados, los que abren la mirada a mundos ignotos y tendencias innovadoras de la televisión. Su diversidad es tan amplia como el espectro de consumo que pretende satisfacer. La estructura de contenidos del PS muestra una especie de inteligencia curatorial, que va tras ciertos sucesos contextuales. Más que servir de canal para contenidos ajenos, el Paquete «produce» sus propios contenidos. A través de semejantes contenidos uno accede a otro país, uno que funciona bajo las demandas de la creatividad y la imaginación.
El derecho de autor es un tema que, en Cuba, si bien ha suscitado cuestionamientos, todavía no está en la cresta pública del debate. La piratería es legal, aceptada y practicada por el propio Estado. Es la alternativa viable para acceder a la información en un país que sufre y se aprovecha de los márgenes que cede el embargo económico y comercial impuesto a la Isla por el gobierno estadounidense. Este fenómeno es el resultado de décadas de ingenio y organización de las redes informales. El PS es el fenómeno cultural popular más significativo del contexto digital alternativo cubano.